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Cónclave 2025: ¿qué nombre eligió el nuevo papa y qué significa?

CIUDAD DEL VATICANO.- Cuando el cardenal Jorge Mario Bergoglio salió al balcón de la Basílica de San Pedro tras el cónclave de marzo de 2013, pocos fuera de su Argentina natal sabían quién era o qué tipo de papa podría ser.

Cuando se anunció su nombre papal, las cosas quedaron mucho más claras. Tomando el nombre de San Francisco de Asís, del siglo XIII, Bergoglio trazó un plan para su papado.

San Francisco había rechazado la riqueza y quería cuidar de los pobres. Había cuidado de los animales y del medio ambiente y había hecho un llamado conmovedor contra las guerras de su tiempo. Estos rasgos se convertirían en temas clave de los 12 años de papado de Francisco.

Francisco dejó marcada de entrada su intención de estar cerca de la gente, sobre todo los más postergados

El nuevo Papa, el cardenal norteamericano Robert Prevost eligió el nombre León XIV.

El nombre León en un papa tiene un fuerte simbolismo relacionado con la figura de San León Magno, uno de los papas más importantes de la historia de la Iglesia, y también puede asociarse con la fortaleza doctrinal y la defensa de la fe.

San León Magno (papa desde 440 hasta su muerte en 461) es uno de los papas más venerados y ha sido reconocido como “uno de los más importantes de la historia”. Durante su papado, jugó un papel crucial en la consolidación de la autoridad papal y en la defensa de la fe cristiana.

León era un romano aristócrata, y fue el primer papa en haber sido llamado “el Grande”. Es conocido por haber conocido a Atila el huno en 452 y haberlo convencido de que retrocediera de su invasión de Italia.

Uno de sus logros más significativos fue su papel en el Concilio de Calcedonia en 451, donde se definió la doctrina de la unicidad y la doble naturaleza de Cristo (divina y humana).

La figura de León Magno también se asocia con la fortaleza y la autoridad papal, ya que supo mantener la unidad de la Iglesia en tiempos de turbulencia y de ataques externos.

La elección del nombre León por Prevost, como lo hicieron León XIII (1878-1903) y León XI (1605), puede ser vista como una referencia a estas cualidades de firmeza doctrinal, liderazgo fuerte, defensa de la fe y protección de la Iglesia. Al elegir este nombre, Prevost también podría estar invocando la figura de San León Magno como un modelo de fortaleza, capacidad para enfrentar desafíos y mantener la unidad de la Iglesia en tiempos difíciles.

CIUDAD DEL VATICANO.- Cuando el cardenal Jorge Mario Bergoglio salió al balcón de la Basílica de San Pedro tras el cónclave de marzo de 2013, pocos fuera de su Argentina natal sabían quién era o qué tipo de papa podría ser.

Cuando se anunció su nombre papal, las cosas quedaron mucho más claras. Tomando el nombre de San Francisco de Asís, del siglo XIII, Bergoglio trazó un plan para su papado.

San Francisco había rechazado la riqueza y quería cuidar de los pobres. Había cuidado de los animales y del medio ambiente y había hecho un llamado conmovedor contra las guerras de su tiempo. Estos rasgos se convertirían en temas clave de los 12 años de papado de Francisco.

Francisco dejó marcada de entrada su intención de estar cerca de la gente, sobre todo los más postergados

El nuevo Papa, el cardenal norteamericano Robert Prevost eligió el nombre León XIV.

El nombre León en un papa tiene un fuerte simbolismo relacionado con la figura de San León Magno, uno de los papas más importantes de la historia de la Iglesia, y también puede asociarse con la fortaleza doctrinal y la defensa de la fe.

San León Magno (papa desde 440 hasta su muerte en 461) es uno de los papas más venerados y ha sido reconocido como “uno de los más importantes de la historia”. Durante su papado, jugó un papel crucial en la consolidación de la autoridad papal y en la defensa de la fe cristiana.

León era un romano aristócrata, y fue el primer papa en haber sido llamado “el Grande”. Es conocido por haber conocido a Atila el huno en 452 y haberlo convencido de que retrocediera de su invasión de Italia.

Uno de sus logros más significativos fue su papel en el Concilio de Calcedonia en 451, donde se definió la doctrina de la unicidad y la doble naturaleza de Cristo (divina y humana).

La figura de León Magno también se asocia con la fortaleza y la autoridad papal, ya que supo mantener la unidad de la Iglesia en tiempos de turbulencia y de ataques externos.

La elección del nombre León por Prevost, como lo hicieron León XIII (1878-1903) y León XI (1605), puede ser vista como una referencia a estas cualidades de firmeza doctrinal, liderazgo fuerte, defensa de la fe y protección de la Iglesia. Al elegir este nombre, Prevost también podría estar invocando la figura de San León Magno como un modelo de fortaleza, capacidad para enfrentar desafíos y mantener la unidad de la Iglesia en tiempos difíciles.

 El nombre papal que toman los cardenales tras ser elegidos son una brújula sobre el estilo y el contenido de su futuro pontificado  LA NACION

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