Llaryora, Vigo y Passerini le ponen paños fríos a la internaLlaryora, Vigo y Passerini le ponen paños fríos a la interna

La sensación que sobrevuela en el peronismo cordobés es que la tormenta ya pasó. Al menos, la confirmación del buen clima deberá esperar los próximos días, pero en un primer pantallazo la decisión de cambios del intendente Daniel Passerini, horas antes de un encuentro con el PJ cordobés, el gobernador Martín Llaryora y la senadora Alejandra Vigo, es una buena señal.
Passerini tomó nota de las falencias en la gestión, confirmó el golpe en la mesa que dio en el arranque de la semana cuando les pidió la renuncia a todos sus funcionarios y se desprendió de los aquellos que, entendían varios en el Palacio 6 de Julio, no estaban funcionando.
Redujo el gabinete, achicó la planta de funcionarios y anunció un congelamiento de sueldos para el staff político por seis meses. Durante 180 días los 380 funcionarios del Municipio no tendrán ningún incremento en sus salarios.
Y en el recorte, con absoluta prolijidad, no tocó a los que responden de manera directa a la senadora Vigo. Una estocada en contra de la esposa del exgobernador Juan Schiaretti hubiese dejado un escenario complejo para la gestión, por la omnipresencia de la integrante de la Cámara alta en los barrios de la capital cordobesa. La territorialidad es de Vigo, la gestión es de Passerini y el que apuesta al juego en equipo para sostener su futuro en la provincia es Llaryora.
El intendente de Córdoba apunta a los funcionarios de Vigo en el mega ajuste que lanzó
Ese sería el primer análisis de los cambios que se produjeron en la tarde del miércoles y con los que decidieron barajar y dar de nuevo para mostrarse nuevamente juntos los tres en el Diseñando Ciudad, el think thank que la mujer de Schiaretti armó para que fuese un sostén político de Llaryora en 2019, con su debut como intendente de Córdoba.
Allí, en el mismo lugar -pero con menos gente- que se habían reunido el año pasado, se mostraron este mediodía para dar un marcado síntoma de unidad en el arranque de un año con elección legislativa.
En tanto, sobre los cambios, Passerini fue contra los llaryoristas y podó el área de Ambiente. Bajó a un hombre del gobernador, como es Jorge Folloni, para darle ese despacho a un ultra passerinista como Gabriel Martín; y sacó a la cúpula de dos entes que habían quedado en la mira como el Córdoba Obras y Servicios (Coys) y el Ente BioCórdoba.
Del primero se fue Verónica Bruera, quien con Llaryora había sido secretaria general del Municipio, y ahora salió con algunas diferencias marcadas con el ala económica de Passerini. Del BioCórdoba salió Enzo Cravero, también llaryorista y de buenos lazos con la pata política de la Universidad Nacional de Córdoba.
Además, redujo de 14 a 10 las secretarías, le quitó peso al baldassista Horacio Ambrosio al bajar al rango de subsecretaría a Integridad Regional; y le dio un duro golpe a Mariano Almada, otro hombre de confianza de Llaryora, al hacer lo mismo con la secretaría de Cultura y reducirla a subsecretaría bajo la órbita de Fortalecimiento Vecinal que controla Héctor ‘Pichi’ Campana. Al ex basquetbolista lo quieren primero en la lista de sucesores a la intendencia tanto Vigo como Schiaretti.
Así, Passerini parece haber controlado la tormenta. En la Provincia insisten con ayudar, pero reconocen la autonomía del intendente y Vigo logró sostener el territorio.
La sensación que sobrevuela en el peronismo cordobés es que la tormenta ya pasó. Al menos, la confirmación del buen clima deberá esperar los próximos días, pero en un primer pantallazo la decisión de cambios del intendente Daniel Passerini, horas antes de un encuentro con el PJ cordobés, el gobernador Martín Llaryora y la senadora Alejandra Vigo, es una buena señal.
Passerini tomó nota de las falencias en la gestión, confirmó el golpe en la mesa que dio en el arranque de la semana cuando les pidió la renuncia a todos sus funcionarios y se desprendió de los aquellos que, entendían varios en el Palacio 6 de Julio, no estaban funcionando.
Redujo el gabinete, achicó la planta de funcionarios y anunció un congelamiento de sueldos para el staff político por seis meses. Durante 180 días los 380 funcionarios del Municipio no tendrán ningún incremento en sus salarios.
Y en el recorte, con absoluta prolijidad, no tocó a los que responden de manera directa a la senadora Vigo. Una estocada en contra de la esposa del exgobernador Juan Schiaretti hubiese dejado un escenario complejo para la gestión, por la omnipresencia de la integrante de la Cámara alta en los barrios de la capital cordobesa. La territorialidad es de Vigo, la gestión es de Passerini y el que apuesta al juego en equipo para sostener su futuro en la provincia es Llaryora.
El intendente de Córdoba apunta a los funcionarios de Vigo en el mega ajuste que lanzó
Ese sería el primer análisis de los cambios que se produjeron en la tarde del miércoles y con los que decidieron barajar y dar de nuevo para mostrarse nuevamente juntos los tres en el Diseñando Ciudad, el think thank que la mujer de Schiaretti armó para que fuese un sostén político de Llaryora en 2019, con su debut como intendente de Córdoba.
Allí, en el mismo lugar -pero con menos gente- que se habían reunido el año pasado, se mostraron este mediodía para dar un marcado síntoma de unidad en el arranque de un año con elección legislativa.
En tanto, sobre los cambios, Passerini fue contra los llaryoristas y podó el área de Ambiente. Bajó a un hombre del gobernador, como es Jorge Folloni, para darle ese despacho a un ultra passerinista como Gabriel Martín; y sacó a la cúpula de dos entes que habían quedado en la mira como el Córdoba Obras y Servicios (Coys) y el Ente BioCórdoba.
Del primero se fue Verónica Bruera, quien con Llaryora había sido secretaria general del Municipio, y ahora salió con algunas diferencias marcadas con el ala económica de Passerini. Del BioCórdoba salió Enzo Cravero, también llaryorista y de buenos lazos con la pata política de la Universidad Nacional de Córdoba.
Además, redujo de 14 a 10 las secretarías, le quitó peso al baldassista Horacio Ambrosio al bajar al rango de subsecretaría a Integridad Regional; y le dio un duro golpe a Mariano Almada, otro hombre de confianza de Llaryora, al hacer lo mismo con la secretaría de Cultura y reducirla a subsecretaría bajo la órbita de Fortalecimiento Vecinal que controla Héctor ‘Pichi’ Campana. Al ex basquetbolista lo quieren primero en la lista de sucesores a la intendencia tanto Vigo como Schiaretti.
Así, Passerini parece haber controlado la tormenta. En la Provincia insisten con ayudar, pero reconocen la autonomía del intendente y Vigo logró sostener el territorio.
El intendente anunció cambios en la Municipalidad antes del Día del Trabajador y se reunió con la senadora y el gobernador. Leer más