Transformadores
Los hongos que vemos en esta foto son parte de lo recolectado durante un encuentro en Les Mosses, Suiza, organizado por una institución dedicada al mundo fungi. Como en tantas otras actividades, aquí se encuentran los avances contemporáneos con la sabiduría de siglos (desde tiempos remotos la humanidad supo del sabor de ciertos hongos , del poder mortífero de otros, o de los efectos alucinatorios provocados por algunos de estos seres). Ni plantas ni animales, fundamentales para los sitemas biológicos, los hongos son expertos en transformar la materia; conectan entre sí –a través del secreto mundo de las raíces– los árboles de los bosques; convierten en nutriente todo lo que sin su acción sería mero desecho. Por eso acaparan cada vez más miradas, no solo de la biología, sino también de las ciencias humanas. Hay algo para aprender en esa capacidad transformadora. Y habrá que aprenderlo rápido.
Los hongos que vemos en esta foto son parte de lo recolectado durante un encuentro en Les Mosses, Suiza, organizado por una institución dedicada al mundo fungi. Como en tantas otras actividades, aquí se encuentran los avances contemporáneos con la sabiduría de siglos (desde tiempos remotos la humanidad supo del sabor de ciertos hongos , del poder mortífero de otros, o de los efectos alucinatorios provocados por algunos de estos seres). Ni plantas ni animales, fundamentales para los sitemas biológicos, los hongos son expertos en transformar la materia; conectan entre sí –a través del secreto mundo de las raíces– los árboles de los bosques; convierten en nutriente todo lo que sin su acción sería mero desecho. Por eso acaparan cada vez más miradas, no solo de la biología, sino también de las ciencias humanas. Hay algo para aprender en esa capacidad transformadora. Y habrá que aprenderlo rápido.
Los hongos que vemos en esta foto son parte de lo recolectado durante un encuentro en Les Mosses, Suiza, organizado por una institución dedicada al mundo fungi. Como en tantas otras actividades, aquí se encuentran los avances contemporáneos con la sabiduría de siglos (desde tiempos remotos la humanidad supo del sabor de ciertos hongos , del poder mortífero de otros, o de los efectos alucinatorios provocados por algunos de estos seres). Ni plantas ni animales, fundamentales para los sitemas biológicos, los hongos son expertos en transformar la materia; conectan entre sí –a través del secreto mundo de las raíces– los árboles de los bosques; convierten en nutriente todo lo que sin su acción sería mero desecho. Por eso acaparan cada vez más miradas, no solo de la biología, sino también de las ciencias humanas. Hay algo para aprender en esa capacidad transformadora. Y habrá que aprenderlo rápido. LA NACION