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Cómo se puede desarrollar el sector externo para que la economía crezca exponencialmente

Perú sorprende por su dinamismo en lo que respecta al sector externo de su economía, la proyección hacia el exterior, su posicionamiento global, y la infraestructura relativa al comercio exterior. Para empezar, podemos mencionar que en los 8 primeros meses del año Perú exportó por poco menos de US$47 billones, lo cual proyectado a fin de año llegaría a más de US$70 billones, siendo sus principales destinos China (35%), EEUU (13%), y la Unión Europea (11%).

No sólo tiene aún un 41% de las exportaciones atomizadas en el mercado global, sino que el 59% se concentra justamente en 3 megamercados con lo cual Perú ha celebrado acuerdos de libre comercio. Justamente se trata de aquellos bloques económicos que el Mercosur no logra avanzar en ningún acuerdo concreto, además de otros de menor importancia relativa como lo que Perú tiene con Canadá, Japón, Alianza del Pacífico o EFTA, por sólo nombrar algunos.

Adicionalmente, este país estará inaugurando hacia fines de año la mega-terminal marítima de Chancay ubicada a escasos 80 km al norte de Lima, la cual ha sido financiada y construida en un 60% por COSCO Shipping de China y que se presenta como un serio candidato a operar como un verdadero hub para el mercado de la costa oeste de Sudamérica. Se trata de 15 sitios de atraque con un calado operativo a costado de muelle de 17 metros el cual le permitirá operar buques de hasta 18.000 Teus de capacidad, además de buques multi-propósito y buques RO/RO para el transporte de cargas rodantes.

Todo este despliegue no hace más que descongestionar el puerto del Callao, cuya productividad de muelle es muy buena, aunque no así sus procesos de transferencia hacia y desde su hinterland con un impacto muy negativo en la productividad logística del comercio exterior. Con Chancay, todos estos problemas tienden a desaparecer rápidamente, toda vez que su infraestructura de recepción y distribución estará enfocada a brindar productividad al sector externo y por lo tanto competitividad a la oferta exportable y sector importador de materias primas, bienes intermedios y bienes de capital.

Chancay canalizará todo el comercio exterior del Perú para con Asia-Pacífico y con el tiempo, más temprano que tarde, logrará captar las operaciones de la enorme mayoría de armadores globales cuyo modelo de negocios se basa en recalar en la menor cantidad de puertos posibles en cada tráfico, bajar sus costos variables en puertos de alta eficiencia, acortar su estadía en puerto, y distribuir sus miles de containers por medio de buques feeders o alimentadores, tanto hacia y desde Chile como Ecuador y buena parte de Colombia.

A esto le podemos sumar los US$400 millones invertidos en el mejoramiento del puerto de San Juan Marcona, además de las ampliaciones en Paracas y otras terminales en la región norte. China ya tiene planificado unir a Chancay con Manaos en Brasil dentro del contexto de la Ruta de la Seda. China ya lo anunció, y ya están trabajando en la ingeniería financiera del mismo. Sólo restaría mencionar que Cosco Shipping ha integrado terminales no sólo en el Asia-Pacífico sino también en el norte de Europa, el Mediterráneo europeo, Norteamérica, Medio Oriente y ahora Sudamérica, siendo su proyección de volumen operado para el 2028 por arriba de los 140 millones de Teus.

Todo se resume a proyectar el sector externo del Perú de manera inteligente e integrada al mundo, siendo su oferta exportable bastante más diversificada que la de Argentina, por citar un ejemplo. Entonces uno podría preguntarse, qué es lo que le sucede a Argentina que no puede hacer despegar al sector externo de su economía, siendo que es el sector que la puede sacar rápidamente de la trampa estructural económico-operacional en la que se encuentra hace ya décadas. Resulta claro que nuestro país debe reducir el tamaño del Estado, debe eximir a las empresas de pagar derechos de exportación, se deben eliminar aunque más no sea gradualmente las retenciones al sector agrario, y por sobre todas las cosas, la Argentina debe lanzar planes de inversión para cada sector de la economía que le resulte tan critico como estratégico desarrollar.

Así las cosas, por qué no pensar en un Plan Kansas o Toronto para los FFCC; un Plan New Orleans para el transporte fluvial; un Plan Perth o Beijing para la minería; un Plan Houston para hacer volar la infraestructura del GNL; un Plan Berlín para las infraestructuras logísticas relativas a terminales portuarias y plataformas logísticas; etc. Perú puede ser un buen ejemplo a imitar. Sin embargo, la Argentina debe integrarse al mundo para generar inversión, ganar economías de escala, productividad y competitividad.

Perú sorprende por su dinamismo en lo que respecta al sector externo de su economía, la proyección hacia el exterior, su posicionamiento global, y la infraestructura relativa al comercio exterior. Para empezar, podemos mencionar que en los 8 primeros meses del año Perú exportó por poco menos de US$47 billones, lo cual proyectado a fin de año llegaría a más de US$70 billones, siendo sus principales destinos China (35%), EEUU (13%), y la Unión Europea (11%).

No sólo tiene aún un 41% de las exportaciones atomizadas en el mercado global, sino que el 59% se concentra justamente en 3 megamercados con lo cual Perú ha celebrado acuerdos de libre comercio. Justamente se trata de aquellos bloques económicos que el Mercosur no logra avanzar en ningún acuerdo concreto, además de otros de menor importancia relativa como lo que Perú tiene con Canadá, Japón, Alianza del Pacífico o EFTA, por sólo nombrar algunos.

Adicionalmente, este país estará inaugurando hacia fines de año la mega-terminal marítima de Chancay ubicada a escasos 80 km al norte de Lima, la cual ha sido financiada y construida en un 60% por COSCO Shipping de China y que se presenta como un serio candidato a operar como un verdadero hub para el mercado de la costa oeste de Sudamérica. Se trata de 15 sitios de atraque con un calado operativo a costado de muelle de 17 metros el cual le permitirá operar buques de hasta 18.000 Teus de capacidad, además de buques multi-propósito y buques RO/RO para el transporte de cargas rodantes.

Todo este despliegue no hace más que descongestionar el puerto del Callao, cuya productividad de muelle es muy buena, aunque no así sus procesos de transferencia hacia y desde su hinterland con un impacto muy negativo en la productividad logística del comercio exterior. Con Chancay, todos estos problemas tienden a desaparecer rápidamente, toda vez que su infraestructura de recepción y distribución estará enfocada a brindar productividad al sector externo y por lo tanto competitividad a la oferta exportable y sector importador de materias primas, bienes intermedios y bienes de capital.

Chancay canalizará todo el comercio exterior del Perú para con Asia-Pacífico y con el tiempo, más temprano que tarde, logrará captar las operaciones de la enorme mayoría de armadores globales cuyo modelo de negocios se basa en recalar en la menor cantidad de puertos posibles en cada tráfico, bajar sus costos variables en puertos de alta eficiencia, acortar su estadía en puerto, y distribuir sus miles de containers por medio de buques feeders o alimentadores, tanto hacia y desde Chile como Ecuador y buena parte de Colombia.

A esto le podemos sumar los US$400 millones invertidos en el mejoramiento del puerto de San Juan Marcona, además de las ampliaciones en Paracas y otras terminales en la región norte. China ya tiene planificado unir a Chancay con Manaos en Brasil dentro del contexto de la Ruta de la Seda. China ya lo anunció, y ya están trabajando en la ingeniería financiera del mismo. Sólo restaría mencionar que Cosco Shipping ha integrado terminales no sólo en el Asia-Pacífico sino también en el norte de Europa, el Mediterráneo europeo, Norteamérica, Medio Oriente y ahora Sudamérica, siendo su proyección de volumen operado para el 2028 por arriba de los 140 millones de Teus.

Todo se resume a proyectar el sector externo del Perú de manera inteligente e integrada al mundo, siendo su oferta exportable bastante más diversificada que la de Argentina, por citar un ejemplo. Entonces uno podría preguntarse, qué es lo que le sucede a Argentina que no puede hacer despegar al sector externo de su economía, siendo que es el sector que la puede sacar rápidamente de la trampa estructural económico-operacional en la que se encuentra hace ya décadas. Resulta claro que nuestro país debe reducir el tamaño del Estado, debe eximir a las empresas de pagar derechos de exportación, se deben eliminar aunque más no sea gradualmente las retenciones al sector agrario, y por sobre todas las cosas, la Argentina debe lanzar planes de inversión para cada sector de la economía que le resulte tan critico como estratégico desarrollar.

Así las cosas, por qué no pensar en un Plan Kansas o Toronto para los FFCC; un Plan New Orleans para el transporte fluvial; un Plan Perth o Beijing para la minería; un Plan Houston para hacer volar la infraestructura del GNL; un Plan Berlín para las infraestructuras logísticas relativas a terminales portuarias y plataformas logísticas; etc. Perú puede ser un buen ejemplo a imitar. Sin embargo, la Argentina debe integrarse al mundo para generar inversión, ganar economías de escala, productividad y competitividad.

 El caso peruano, un país en el cual está en marcha una gran inversión para inaugurar próximamente la mega terminal marítima de Chancay, muestra un camino posible para transitar  LA NACION

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