Murió el militar retirado Ernesto Villarruel, que evitó un juicio de lesa humanidad por “incapacidad sobreviniente”
A los 80 años falleció el coronel retirado Ernesto Guillermo Villarruel, un oficial de inteligencia que actuó en los tiempos de la represión militar de los años 70 y era tío de la vicepresidenta Victoria Villarruel, quie se encuentra cumpliendo una agenda oficial en España.
Tras la recuperación de la democracia, el militar enfrentó acusaciones por delitos de lesa humanidad y fue separado del juicio por los crímenes cometidos en el centro clandestino de detención El Vesubio por “incapacidad sobreviniente”, a raíz del diagnóstico de los médicos, por lo que no estaba apto para enfrentar la instancia judicial. Se lo liberó del proceso en diciembre de 2016.
El coronel Villarruel había nacido el 1 de mayo de 1944 en Santa Fe y pertenecía a la Promoción 95 del Colegio Militar de la Nación, de donde egresó en 1964. Era hermano del padre de la vicepresidenta, el militar Eduardo Marcelo Villarruel, quien tuvo intervención en el Operativo Independencia y actuó en la guerra de Malvinas como segundo jefe de la Compañía de Comandos 602, a cargo de Aldo Rico. El padre de la vicepresidenta falleció durante la pandemia.
Por orden del juez federal Daniel Rafecas, Ernesto Guillermo Villarruel fue detenido en octubre de 2015 cuando concurrió a votar en las elecciones. El magistrado le imputó haber tenido participación en el centro clandestino El Vesubio, localizado en La Matanza, y haber impartido órdenes para un operativo ilegal en una vivienda en Ezpeleta, en febrero de 1977, que derivó en la detención y desaparición de Guillermina Silvia Vázquez, cuya pareja Mario Rubén Arrosagaray integraba la Columna Sur de Montoneros. Otras denuncias le atribuían responsabilidad en “la masacre de Monte Grande”, donde fueron abatidos 16 guerrilleros.
El militar Villarruel era jefe de la División II de Inteligencia del Regimiento de Infantería 3 de La Tablada, y tuvo después otros destinos. Pasó a retiro en agosto de 2000.
A los 80 años falleció el coronel retirado Ernesto Guillermo Villarruel, un oficial de inteligencia que actuó en los tiempos de la represión militar de los años 70 y era tío de la vicepresidenta Victoria Villarruel, quie se encuentra cumpliendo una agenda oficial en España.
Tras la recuperación de la democracia, el militar enfrentó acusaciones por delitos de lesa humanidad y fue separado del juicio por los crímenes cometidos en el centro clandestino de detención El Vesubio por “incapacidad sobreviniente”, a raíz del diagnóstico de los médicos, por lo que no estaba apto para enfrentar la instancia judicial. Se lo liberó del proceso en diciembre de 2016.
El coronel Villarruel había nacido el 1 de mayo de 1944 en Santa Fe y pertenecía a la Promoción 95 del Colegio Militar de la Nación, de donde egresó en 1964. Era hermano del padre de la vicepresidenta, el militar Eduardo Marcelo Villarruel, quien tuvo intervención en el Operativo Independencia y actuó en la guerra de Malvinas como segundo jefe de la Compañía de Comandos 602, a cargo de Aldo Rico. El padre de la vicepresidenta falleció durante la pandemia.
Por orden del juez federal Daniel Rafecas, Ernesto Guillermo Villarruel fue detenido en octubre de 2015 cuando concurrió a votar en las elecciones. El magistrado le imputó haber tenido participación en el centro clandestino El Vesubio, localizado en La Matanza, y haber impartido órdenes para un operativo ilegal en una vivienda en Ezpeleta, en febrero de 1977, que derivó en la detención y desaparición de Guillermina Silvia Vázquez, cuya pareja Mario Rubén Arrosagaray integraba la Columna Sur de Montoneros. Otras denuncias le atribuían responsabilidad en “la masacre de Monte Grande”, donde fueron abatidos 16 guerrilleros.
El militar Villarruel era jefe de la División II de Inteligencia del Regimiento de Infantería 3 de La Tablada, y tuvo después otros destinos. Pasó a retiro en agosto de 2000.
Enfrentó acusaciones por delitos de lesa humanidad; en 2016 la Justicia determinó que no estaba en condiciones de enfrentar el proceso judicial por problemas de salud LA NACION
