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Descubrí qué superalimento fortalece tu corazón, huesos y sistema inmunológico

Las semillas de girasol no solo son una opción deliciosa para agregar a ensaladas y snacks, sino que también están llenas de nutrientes que benefician la salud en diferentes aspectos. Según un informe de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, este pequeño alimento es rico en grasas saludables, vitaminas y minerales que ayudan a proteger y mejorar el bienestar general.

Uno de los beneficios más notables de estas semillas comestibles es su capacidad para mejorar la salud cardiovascular. Gracias a su alto contenido en vitamina E y grasas insaturadas, ayudan a reducir los niveles de colesterol LDL (colesterol “malo”), lo que disminuye el riesgo de enfermedades cardíacas. La vitamina E, un potente antioxidante, también protege a las células del daño oxidativo, previniendo la inflamación en los vasos sanguíneos.

A su vez, contienen magnesio, esencial para la salud ósea. Este mineral ayuda a la formación de huesos fuertes y a la prevención de enfermedades como la osteoporosis. El cobre es otro mineral presente, que participa en la síntesis de colágeno, fundamental para la estructura ósea y la piel.

Consumir semillas de girasol también puede mejorar el sistema inmunológico. Esto se debe a su contenido en zinc y selenio, dos minerales clave para mantener las defensas del cuerpo en óptimas condiciones. El zinc favorece la producción de células inmunitarias, mientras que el selenio actúa como antioxidante, protegiendo al organismo de infecciones y enfermedades.

Cómo incluir las semillas de girasol a la dieta

Integrar las semillas de girasol a la alimentación diaria es muy sencillo. Pueden sumarse en ensaladas, yogures, panificados o simplemente comerlas como snack. Su versatilidad las convierte en una opción fácil y deliciosa para disfrutar de todos sus beneficios.

Si bien, las semillas de girasol son saludables, es importante consumirlas con moderación, ya que son calóricas debido a su alto contenido en grasas. Además, optar por versiones sin sal añadida es lo más recomendable para evitar el consumo excesivo de sodio.

Autor: Andrea Oliva

Las semillas de girasol no solo son una opción deliciosa para agregar a ensaladas y snacks, sino que también están llenas de nutrientes que benefician la salud en diferentes aspectos. Según un informe de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, este pequeño alimento es rico en grasas saludables, vitaminas y minerales que ayudan a proteger y mejorar el bienestar general.

Uno de los beneficios más notables de estas semillas comestibles es su capacidad para mejorar la salud cardiovascular. Gracias a su alto contenido en vitamina E y grasas insaturadas, ayudan a reducir los niveles de colesterol LDL (colesterol “malo”), lo que disminuye el riesgo de enfermedades cardíacas. La vitamina E, un potente antioxidante, también protege a las células del daño oxidativo, previniendo la inflamación en los vasos sanguíneos.

A su vez, contienen magnesio, esencial para la salud ósea. Este mineral ayuda a la formación de huesos fuertes y a la prevención de enfermedades como la osteoporosis. El cobre es otro mineral presente, que participa en la síntesis de colágeno, fundamental para la estructura ósea y la piel.

Consumir semillas de girasol también puede mejorar el sistema inmunológico. Esto se debe a su contenido en zinc y selenio, dos minerales clave para mantener las defensas del cuerpo en óptimas condiciones. El zinc favorece la producción de células inmunitarias, mientras que el selenio actúa como antioxidante, protegiendo al organismo de infecciones y enfermedades.

Cómo incluir las semillas de girasol a la dieta

Integrar las semillas de girasol a la alimentación diaria es muy sencillo. Pueden sumarse en ensaladas, yogures, panificados o simplemente comerlas como snack. Su versatilidad las convierte en una opción fácil y deliciosa para disfrutar de todos sus beneficios.

Si bien, las semillas de girasol son saludables, es importante consumirlas con moderación, ya que son calóricas debido a su alto contenido en grasas. Además, optar por versiones sin sal añadida es lo más recomendable para evitar el consumo excesivo de sodio.

Autor: Andrea Oliva

 Consumirlo regularmente puede brindar grandes beneficios al organismo, ya que mejora funciones vitales y previene enfermedades  LA NACION

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