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Nicole Kidman: mientras otras actrices de su generación están al borde del retiro, ella vive su gran año en el cine y en la TV

En Hollywood a las estrellas se las califica por un sistema de méritos que nadie explica nunca, al menos públicamente. Pero existe y es bastante evidente. Se habla de un intérprete clase A para describir a quién recibe las mejores ofertas para trabajar con los mejores directores en los mejores proyectos de la industria. Si bien uno de los métodos para evaluar el estatus de un actor son las cifras de taquilla que consiguen sus proyectos también es cierto que un tropiezo en la venta de entradas no le quita el lustre a aquellos ya instalados en la cima de la montaña. Un escándalo y la infamia en redes sí lo hacen pero también se sabe que Hollywood casi siempre da revancha. De todos modos, en la mayoría de los casos las razones por las que una estrella alcanza el Olimpo son más bien subjetivas. Salvo en raras excepciones, con artistas cuyo volumen, variedad y calidad de trabajo se imponen frente a todo lo demás. El mejor ejemplo de esa anomalía es Nicole Kidman que, en 2024, justo en el momento en que muchas de sus colegas son condenadas a la jubilación anticipada o, en las mejores de las circunstancias, a interpretar papeles secundarios muy por debajo de sus habilidades, está pasando por su mejor momento.

Kidman, con 57 años cumplidos no para de trabajar: hace una semana fue la figura más destacada del Festival de cine de Venecia donde fue a presentar Babygirl, su nueva película, un thriller erótico que es hasta ahora uno de los films mejor recibidos de la competencia oficial de la muestra especialmente por el trabajo de la actriz que, muchos anticipan, podría ganar el premio a la mejor intérprete, un primer paso en dirección a la temporada de premios que vendrá. Del lado televisivo, a la extraordinaria recepción en Venecia hoy, se le suma el estreno de La pareja perfecta, en Netflix, una nueva incursión en un género al que vuelve una y otra vez desde el lanzamiento de Big Little Lies.

Mientras en su actividad cinematográfica la actriz siempre se destacó en su habilidad para evitar cualquier tipo de encasillamiento, saltando de un género a otro, del cine de gran presupuesto al independiente, para la pantalla chica sus elecciones parecen tener una dirección más definida y repetida. Así lo demuestra la nueva ficción de seis episodios disponible desde hoy, en Netflix que, con algunas diferencias y muchas coincidencias, es una prima cercana de las series más destacadas protagonizadas por Kidman en los últimos años.

Rica, rubia y en apuros

Como sucedía en Big Little Lies y The Undoing, las dos ficciones protagonizadas por la actriz para HBO, su personaje en el nuevo programa tiene, en apariencia, un matrimonio feliz y vive una realidad plena de todos los privilegios que el dinero y los contactos sociales le pueden conseguir. Y como aquellas mujeres, ésta también quedará envuelta en una trama de violencia y misterio que pondrá su mundo patas para arriba.

En La pareja perfecta, la actriz australiana interpreta a Greer Garrison Winbury, una exitosa escritora de libros de misterio casada con Tag (Liev Schreiber), el distinguido hijo de una familia de abolengo que pasa sus veranos en la mansión de playa que poseen hace generaciones. Con tres hijos adultos y un ejército de amigos y empleados trabajando para ellos, los Winbury aparecen en principio como la pareja perfecta del título. Pronto, el espejismo resulta evidente, incluso antes de que una de las asistentes a la boda de su hijo Benji aparezca muerta en su propiedad. El misterio alrededor de las causas del fallecimiento que pronto empieza a ser investigado como un asesinato empieza a revelar los secretos y las mentiras sobre las que Greer construyó su vida a pura fuerza de voluntad y un enfermizo control de todo y todos los que la rodean. Esa diosa de hielo es el vehículo perfecto para Kidman a la que hace tiempo más de un crítico le colgó, con bastante miopía, ese mote queriendo bajarle el valor a su estilo de actuación. Un despropósito que la actriz lleva décadas rebatiendo como vuelve a hacerlo en La pareja perfecta, cuyo mayor hallazgo es su elenco, empezando por Kidman y Schreiber y continuando con Eve Hewson, Dakota Fanning, Jack Reynor, Billy Howle y Meghann Fahy, encargados de interpretar a la generación más joven de la familia, alternativamente víctimas y victimarios de sus circunstancias.

Dirigida por la realizadora danesa Susanne Bier, la nueva miniserie basada en una novela de Elin Hilderbrand repite algunos de los elementos de Big Little Lies, como el escenario playero y algunos chispazos de humor y liviandad que tenía aquella al menos en su primera temporada. Con The Undoing, la primera colaboración entre Kidman y Bier, otra ficción sobre un asesinato en el mundo de los ricos y privilegiados, La pareja perfecta comparte el afán por los giros dramáticos y engañosos y con Nueve perfectos desconocidos, otra trama de misterio multiestelar encabezada por la actriz australiana, coincide en la aparición de personajes que bordean en lo bizarro como el que interpreta Isabelle Adjani en la miniserie de Netflix. Allí, además, las escenas de interrogatorios en la estación de policía podrían intercambiarse con cualquiera de las dos primeras series, disponibles en Max.

En la trama de La pareja perfecta una de las primeras grietas que asoman en el personaje principal es su cansancio por tener que escribir un libro tras otro, por lo exigente de imaginar novedosas maneras de nutrir la fórmula que Greer dice haberle inspirado su amor por la literatura de Agatha Christie. Esa repetición, el intento de contar el mismo cuento de maneras distintas aparece también en los proyectos televisivos de Kidman. De su Celeste de Big Little Lies desesperada por sobrevivir a una relación tóxica y mantener su sufrimiento en secreto, pasando por la Grace de The Undoing, otra mujer que empieza a ver cómo su vida se desmorona frente a sus ojos por un acto de violencia extrema y las experiencias de Masha Dmitrichenko -la peculiar gurú new age que interpretó en Nueve perfectos desconocidos-, a la que volverá a encarnar en la segunda temporada de la serie que llegará en los próximos meses, la actriz ya transformó este tipo de historias en su marca, televisiva, registrada.

En Hollywood a las estrellas se las califica por un sistema de méritos que nadie explica nunca, al menos públicamente. Pero existe y es bastante evidente. Se habla de un intérprete clase A para describir a quién recibe las mejores ofertas para trabajar con los mejores directores en los mejores proyectos de la industria. Si bien uno de los métodos para evaluar el estatus de un actor son las cifras de taquilla que consiguen sus proyectos también es cierto que un tropiezo en la venta de entradas no le quita el lustre a aquellos ya instalados en la cima de la montaña. Un escándalo y la infamia en redes sí lo hacen pero también se sabe que Hollywood casi siempre da revancha. De todos modos, en la mayoría de los casos las razones por las que una estrella alcanza el Olimpo son más bien subjetivas. Salvo en raras excepciones, con artistas cuyo volumen, variedad y calidad de trabajo se imponen frente a todo lo demás. El mejor ejemplo de esa anomalía es Nicole Kidman que, en 2024, justo en el momento en que muchas de sus colegas son condenadas a la jubilación anticipada o, en las mejores de las circunstancias, a interpretar papeles secundarios muy por debajo de sus habilidades, está pasando por su mejor momento.

Kidman, con 57 años cumplidos no para de trabajar: hace una semana fue la figura más destacada del Festival de cine de Venecia donde fue a presentar Babygirl, su nueva película, un thriller erótico que es hasta ahora uno de los films mejor recibidos de la competencia oficial de la muestra especialmente por el trabajo de la actriz que, muchos anticipan, podría ganar el premio a la mejor intérprete, un primer paso en dirección a la temporada de premios que vendrá. Del lado televisivo, a la extraordinaria recepción en Venecia hoy, se le suma el estreno de La pareja perfecta, en Netflix, una nueva incursión en un género al que vuelve una y otra vez desde el lanzamiento de Big Little Lies.

Mientras en su actividad cinematográfica la actriz siempre se destacó en su habilidad para evitar cualquier tipo de encasillamiento, saltando de un género a otro, del cine de gran presupuesto al independiente, para la pantalla chica sus elecciones parecen tener una dirección más definida y repetida. Así lo demuestra la nueva ficción de seis episodios disponible desde hoy, en Netflix que, con algunas diferencias y muchas coincidencias, es una prima cercana de las series más destacadas protagonizadas por Kidman en los últimos años.

Rica, rubia y en apuros

Como sucedía en Big Little Lies y The Undoing, las dos ficciones protagonizadas por la actriz para HBO, su personaje en el nuevo programa tiene, en apariencia, un matrimonio feliz y vive una realidad plena de todos los privilegios que el dinero y los contactos sociales le pueden conseguir. Y como aquellas mujeres, ésta también quedará envuelta en una trama de violencia y misterio que pondrá su mundo patas para arriba.

En La pareja perfecta, la actriz australiana interpreta a Greer Garrison Winbury, una exitosa escritora de libros de misterio casada con Tag (Liev Schreiber), el distinguido hijo de una familia de abolengo que pasa sus veranos en la mansión de playa que poseen hace generaciones. Con tres hijos adultos y un ejército de amigos y empleados trabajando para ellos, los Winbury aparecen en principio como la pareja perfecta del título. Pronto, el espejismo resulta evidente, incluso antes de que una de las asistentes a la boda de su hijo Benji aparezca muerta en su propiedad. El misterio alrededor de las causas del fallecimiento que pronto empieza a ser investigado como un asesinato empieza a revelar los secretos y las mentiras sobre las que Greer construyó su vida a pura fuerza de voluntad y un enfermizo control de todo y todos los que la rodean. Esa diosa de hielo es el vehículo perfecto para Kidman a la que hace tiempo más de un crítico le colgó, con bastante miopía, ese mote queriendo bajarle el valor a su estilo de actuación. Un despropósito que la actriz lleva décadas rebatiendo como vuelve a hacerlo en La pareja perfecta, cuyo mayor hallazgo es su elenco, empezando por Kidman y Schreiber y continuando con Eve Hewson, Dakota Fanning, Jack Reynor, Billy Howle y Meghann Fahy, encargados de interpretar a la generación más joven de la familia, alternativamente víctimas y victimarios de sus circunstancias.

Dirigida por la realizadora danesa Susanne Bier, la nueva miniserie basada en una novela de Elin Hilderbrand repite algunos de los elementos de Big Little Lies, como el escenario playero y algunos chispazos de humor y liviandad que tenía aquella al menos en su primera temporada. Con The Undoing, la primera colaboración entre Kidman y Bier, otra ficción sobre un asesinato en el mundo de los ricos y privilegiados, La pareja perfecta comparte el afán por los giros dramáticos y engañosos y con Nueve perfectos desconocidos, otra trama de misterio multiestelar encabezada por la actriz australiana, coincide en la aparición de personajes que bordean en lo bizarro como el que interpreta Isabelle Adjani en la miniserie de Netflix. Allí, además, las escenas de interrogatorios en la estación de policía podrían intercambiarse con cualquiera de las dos primeras series, disponibles en Max.

En la trama de La pareja perfecta una de las primeras grietas que asoman en el personaje principal es su cansancio por tener que escribir un libro tras otro, por lo exigente de imaginar novedosas maneras de nutrir la fórmula que Greer dice haberle inspirado su amor por la literatura de Agatha Christie. Esa repetición, el intento de contar el mismo cuento de maneras distintas aparece también en los proyectos televisivos de Kidman. De su Celeste de Big Little Lies desesperada por sobrevivir a una relación tóxica y mantener su sufrimiento en secreto, pasando por la Grace de The Undoing, otra mujer que empieza a ver cómo su vida se desmorona frente a sus ojos por un acto de violencia extrema y las experiencias de Masha Dmitrichenko -la peculiar gurú new age que interpretó en Nueve perfectos desconocidos-, a la que volverá a encarnar en la segunda temporada de la serie que llegará en los próximos meses, la actriz ya transformó este tipo de historias en su marca, televisiva, registrada.

 La actriz, que recibió una ovación de pie en el festival de cine de Venecia, protagoniza La pareja perfecta, otra miniserie policial que está disponible desde hoy, en Netflix  LA NACION

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