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Germán Schulz, el alumno predilecto de Santiago Gómez Cora en Pumas 7s, rumbo a París 2024: “Se siente la presión; las expectativas son grandes”

“El tercero y último, ¿eh?”, advirtió con complicidad Santiago Gómez Cora. Entre emociones, el entrenador acababa de anunciar la lista para los Juegos Olímpicos París 2024 y le gritó al paso, con tono amistoso, a Germán Schulz, que se disponía a hablar para LA NACION en Casa Pumas. “Los tomo como a los últimos. Es la forma en la que me preparo y los encaro: la realidad es que a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles [2028] los veo muy lejos… Trato de disfrutar el presente y el momento que estamos teniendo”, admitió el rugbier de 30 años, uno de los estandartes de Pumas 7s. Desde el silencio, es uno de las piezas más importantes en la estructura que edificó Gómez Cora para convertir a la Argentina en una potencia del seven.

Schulz es uno de los tres jugadores que participaron en Río de Janeiro 2016 y Tokio 2020 y ahora estarán en París 2024, junto a Gastón Revol y Santiago Álvarez Fourcade. Pero él es el único que ha protagonizado los 12 partidos de Pumas 7s desde que el rugby regresó a la agenda olímpica. “No soy mucho de seguir estadísticas y números. Trato de estar en el presente, pero es un lindo dato”, expresó el cordobés, con una sonrisa. Además, como Luciano González, es uno de los dos que afrontaron los 44 encuentros del Circuito Mundial de Seven, en el que Argentina ganó la serie regular y resultó subcampeona de la temporada, en Madrid. “Quizás mi mérito es prepararme al 100%, no dar nada por sentado y estar siempre al servicio del equipo”, indicó el jugador formado en el club Tala, de Córdoba. “El Turco”, según lo denominan en el grupo.

–¿Los vivís como a los últimos Juegos, entonces?

–Y sí. A lo que pase después, voy a decidirlo más adelante. Vamos a tener vacaciones para descansar, juntar nuevas energías y ver como seguimos. Pero los tomo como a los últimos. Quiero vivirlos así, disfrutándolos y entregándome al 100%.

–¿Cómo se vivió la ronda de anuncio de la lista para París 2024?

–Es un momento difícil para el grupo, de muchas emociones. Uno empieza a recordar e imaginar cosas que fueron sucediendo. Son momentos únicos. Hay alegrías, tristezas y emociones encontradas. En mi caso estoy feliz de estar nuevamente en los Juegos Olímpicos, con todo lo que eso implica.

–¿Cómo llega la novedad personalmente respecto a los anteriores?

–Me toma con mucha más experiencia y más sólido en el equipo. Cuando me tocó estar en Río de Janeiro era de los más chicos. Era nuevo para todos, y lo viví con más nerviosismo; me tocaba entrar pocos minutos a los partidos. Fue una experiencia de la que aprendí muchísimo, y lo sentí en Tokio. Ahí participé más, aunque fue un torneo raro, por la pandemia. Ahora estoy mucho más tranquilo; con algo de ansiedad y nervios, que nunca se pierden, pero estoy disfrutando mucho el grupo y el equipo. Es lo mejor que tenemos, más allá de cualquier resultado y de títulos.

–¿Logran disfrutar lo que rodea a la competencia en los Juegos Olímpicos?

–En Río de Janeiro no lo disfrutamos tanto; estamos poco tiempo en la Villa Olímpica. Entramos cinco días antes de jugar y en la recta final, cuando estamos bien concentrados y enfocados en lo nuestro. Pero hay momentos como para relajarnos, y nos cruzamos con otros deportistas argentinos, en alguna plaza o en el lobby del edificio, y tomamos mates con otros chicos. Me parece importante vivirlo así, como una delegación. No somos sólo 14 jugadores: hay más de 130 deportistas argentinos y es una experiencia muy linda. Esos momentos son únicos.

–¿A qué deportista admirás y querés conocer?

–Estados Unidos lleva un equipo increíble en el básquetbol. Un equipo de estrellas; ojalá nos crucemos. Pero lo que más me gusta es lo nuestro, compartir con los equipos de la delegación argentina. Siempre es lindo conocer caras nuevas y sus historias. Cada uno tiene su historia atrás y es buenísimo conocerla más allá del nombre.

–¿Cómo manejan la presión de ser uno de los favoritos para las medallas en la delegación nacional?

–Tratamos de transformar la presión en algo positivo. La construcción del equipo y los resultados vinieron por el trabajo que hicimos antes sin pensar tanto en los resultados. El mensaje siempre fue, y sigue siendo, sacar el foco del objetivo numérico y seguir creciendo como equipo y disfrutar todos los días. Realmente lo vivimos así. Eso hizo que llegáramos a donde estamos ahora. Se siente la presión; las expectativas son grandes. Pero vamos a seguir por nuestro camino, que es lo que nos dio resultado. Es algo que construimos entre todos, y que la gente nos reconozca y nos apoye es muy valorable. Tratamos de tomar esa energía que nos transmite.

–¿Cómo vivieron internamente la suspensión a Rodrigo Isgró?

–Fue un momento duro. Estuvimos un tiempo con esa incertidumbre de no saber qué iba a pasar. Es una sanción que, más allá de que sea excesiva o no, creo que correspondía. La masticamos. Rodri es muy importante para nosotros, más allá del juego, en el que es un fenómeno: en el grupo es muy importante. Tratamos de mirar lo positivo: va a poder estar con nosotros todo el tiempo en la Villa Olímpica. Vamos a extrañarlo en la cancha, pero va a estar con nosotros y valoramos eso. Él nos dijo que iba a estar aportando y sumando desde donde le tocara. Está entre los reservas y esto es rugby: siempre hay golpes, lesiones, y la chance de que esté presente para las definiciones está. Son importantes para él no perder el foco y que sigamos conectados como grupo.

Si bien Gómez Cora asumió en el 2013, su revolución en Pumas 7s comenzó post Río de Janeiro 2016. Schulz debutó en la etapa de Las Vegas de 2014 y durante esa reconstrucción, en el 2017, apostó por volver al rugby tradicional. “Pasé por Argentina XV, volví a una especialidad en la que cuesta el cambio y por una lesión tuve la oportunidad de sumarme a los Pumas en una ventana y debuté contra Georgia en Jujuy. Fue una experiencia increíble, aprendí mucho. Era el sueño que tenía de chico. Fue corto, intenso. Y después quedé dando vueltas, sin tener muy claras las cosas en el rugby 15. En el 2018 volví a sumarme al equipo de seven, ya que había varios amigos en él. Siempre me gustó la identidad que estábamos construyendo, lo que somos como grupo más allá del juego”, detalló.

Jugadas de Germán Schulz en Pumas 7s

De los 12 convocados para París 2024, Schulz es el único que tiene al menos un test match en los Pumas. Acumula 374 partidos en el circuito de seven y 70 etapas; en ambos rubros es el segundo argentino en cantidad en la historia, detrás de su legendario comprovinciano Revol. Ganó una medalla plateada y dos doradas en Juegos Panamericanos, participó en los últimos dos mundiales y estuvo presente en las siete conquistas en el circuito que logró Pumas 7s desde 2022. Ahora va por otra medalla olímpica. Su poder físico y su consistencia lo convierten en el alumno predilecto de Santiago Gómez Cora.

“El tercero y último, ¿eh?”, advirtió con complicidad Santiago Gómez Cora. Entre emociones, el entrenador acababa de anunciar la lista para los Juegos Olímpicos París 2024 y le gritó al paso, con tono amistoso, a Germán Schulz, que se disponía a hablar para LA NACION en Casa Pumas. “Los tomo como a los últimos. Es la forma en la que me preparo y los encaro: la realidad es que a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles [2028] los veo muy lejos… Trato de disfrutar el presente y el momento que estamos teniendo”, admitió el rugbier de 30 años, uno de los estandartes de Pumas 7s. Desde el silencio, es uno de las piezas más importantes en la estructura que edificó Gómez Cora para convertir a la Argentina en una potencia del seven.

Schulz es uno de los tres jugadores que participaron en Río de Janeiro 2016 y Tokio 2020 y ahora estarán en París 2024, junto a Gastón Revol y Santiago Álvarez Fourcade. Pero él es el único que ha protagonizado los 12 partidos de Pumas 7s desde que el rugby regresó a la agenda olímpica. “No soy mucho de seguir estadísticas y números. Trato de estar en el presente, pero es un lindo dato”, expresó el cordobés, con una sonrisa. Además, como Luciano González, es uno de los dos que afrontaron los 44 encuentros del Circuito Mundial de Seven, en el que Argentina ganó la serie regular y resultó subcampeona de la temporada, en Madrid. “Quizás mi mérito es prepararme al 100%, no dar nada por sentado y estar siempre al servicio del equipo”, indicó el jugador formado en el club Tala, de Córdoba. “El Turco”, según lo denominan en el grupo.

–¿Los vivís como a los últimos Juegos, entonces?

–Y sí. A lo que pase después, voy a decidirlo más adelante. Vamos a tener vacaciones para descansar, juntar nuevas energías y ver como seguimos. Pero los tomo como a los últimos. Quiero vivirlos así, disfrutándolos y entregándome al 100%.

–¿Cómo se vivió la ronda de anuncio de la lista para París 2024?

–Es un momento difícil para el grupo, de muchas emociones. Uno empieza a recordar e imaginar cosas que fueron sucediendo. Son momentos únicos. Hay alegrías, tristezas y emociones encontradas. En mi caso estoy feliz de estar nuevamente en los Juegos Olímpicos, con todo lo que eso implica.

–¿Cómo llega la novedad personalmente respecto a los anteriores?

–Me toma con mucha más experiencia y más sólido en el equipo. Cuando me tocó estar en Río de Janeiro era de los más chicos. Era nuevo para todos, y lo viví con más nerviosismo; me tocaba entrar pocos minutos a los partidos. Fue una experiencia de la que aprendí muchísimo, y lo sentí en Tokio. Ahí participé más, aunque fue un torneo raro, por la pandemia. Ahora estoy mucho más tranquilo; con algo de ansiedad y nervios, que nunca se pierden, pero estoy disfrutando mucho el grupo y el equipo. Es lo mejor que tenemos, más allá de cualquier resultado y de títulos.

–¿Logran disfrutar lo que rodea a la competencia en los Juegos Olímpicos?

–En Río de Janeiro no lo disfrutamos tanto; estamos poco tiempo en la Villa Olímpica. Entramos cinco días antes de jugar y en la recta final, cuando estamos bien concentrados y enfocados en lo nuestro. Pero hay momentos como para relajarnos, y nos cruzamos con otros deportistas argentinos, en alguna plaza o en el lobby del edificio, y tomamos mates con otros chicos. Me parece importante vivirlo así, como una delegación. No somos sólo 14 jugadores: hay más de 130 deportistas argentinos y es una experiencia muy linda. Esos momentos son únicos.

–¿A qué deportista admirás y querés conocer?

–Estados Unidos lleva un equipo increíble en el básquetbol. Un equipo de estrellas; ojalá nos crucemos. Pero lo que más me gusta es lo nuestro, compartir con los equipos de la delegación argentina. Siempre es lindo conocer caras nuevas y sus historias. Cada uno tiene su historia atrás y es buenísimo conocerla más allá del nombre.

–¿Cómo manejan la presión de ser uno de los favoritos para las medallas en la delegación nacional?

–Tratamos de transformar la presión en algo positivo. La construcción del equipo y los resultados vinieron por el trabajo que hicimos antes sin pensar tanto en los resultados. El mensaje siempre fue, y sigue siendo, sacar el foco del objetivo numérico y seguir creciendo como equipo y disfrutar todos los días. Realmente lo vivimos así. Eso hizo que llegáramos a donde estamos ahora. Se siente la presión; las expectativas son grandes. Pero vamos a seguir por nuestro camino, que es lo que nos dio resultado. Es algo que construimos entre todos, y que la gente nos reconozca y nos apoye es muy valorable. Tratamos de tomar esa energía que nos transmite.

–¿Cómo vivieron internamente la suspensión a Rodrigo Isgró?

–Fue un momento duro. Estuvimos un tiempo con esa incertidumbre de no saber qué iba a pasar. Es una sanción que, más allá de que sea excesiva o no, creo que correspondía. La masticamos. Rodri es muy importante para nosotros, más allá del juego, en el que es un fenómeno: en el grupo es muy importante. Tratamos de mirar lo positivo: va a poder estar con nosotros todo el tiempo en la Villa Olímpica. Vamos a extrañarlo en la cancha, pero va a estar con nosotros y valoramos eso. Él nos dijo que iba a estar aportando y sumando desde donde le tocara. Está entre los reservas y esto es rugby: siempre hay golpes, lesiones, y la chance de que esté presente para las definiciones está. Son importantes para él no perder el foco y que sigamos conectados como grupo.

Si bien Gómez Cora asumió en el 2013, su revolución en Pumas 7s comenzó post Río de Janeiro 2016. Schulz debutó en la etapa de Las Vegas de 2014 y durante esa reconstrucción, en el 2017, apostó por volver al rugby tradicional. “Pasé por Argentina XV, volví a una especialidad en la que cuesta el cambio y por una lesión tuve la oportunidad de sumarme a los Pumas en una ventana y debuté contra Georgia en Jujuy. Fue una experiencia increíble, aprendí mucho. Era el sueño que tenía de chico. Fue corto, intenso. Y después quedé dando vueltas, sin tener muy claras las cosas en el rugby 15. En el 2018 volví a sumarme al equipo de seven, ya que había varios amigos en él. Siempre me gustó la identidad que estábamos construyendo, lo que somos como grupo más allá del juego”, detalló.

Jugadas de Germán Schulz en Pumas 7s

De los 12 convocados para París 2024, Schulz es el único que tiene al menos un test match en los Pumas. Acumula 374 partidos en el circuito de seven y 70 etapas; en ambos rubros es el segundo argentino en cantidad en la historia, detrás de su legendario comprovinciano Revol. Ganó una medalla plateada y dos doradas en Juegos Panamericanos, participó en los últimos dos mundiales y estuvo presente en las siete conquistas en el circuito que logró Pumas 7s desde 2022. Ahora va por otra medalla olímpica. Su poder físico y su consistencia lo convierten en el alumno predilecto de Santiago Gómez Cora.

 El cordobés participará por tercera vez en los Juegos Olímpicos; “creo que correspondía”, admite sobre la suspensión a Rodrigo Isgró  LA NACION

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