En los últimos días, un conmovedor video que circula en redes sociales capturó el corazón de muchos. La escena muestra a una adorable lechuza que irradia felicidad al recibir besos de su dueña. Con cada gesto de afecto, parece esbozarse en su rostro algo similar a una sonrisa, sorprendentemente humana para ser un ave.

Las imágenes no solo nos derriten de ternura, sino que también nos hace pensar en la curiosa relación que tenemos las personas con los búhos, esos seres misteriosos que capturan nuestra atención tanto en la mitología como en la vida real.

Estas criaturas de la noche con ojos penetrantes siempre fascinaron a nuestra sociedad. Históricamente, su imagen osciló entre la representación de malos augurios y la encarnación de la sabiduría, un contraste que refleja la rica y compleja simbología que estos animales tuvieron a lo largo de los años. Según Buhopedia, estas rapaces son seres que evocan diversas emociones y significados en las culturas, y que se encuentran amenazadas debido a la expansión humana en sus hábitats naturales.

A pesar de la fascinación que provoca ver la interacción del pequeño búho con su dueña, tener una de estas aves como mascota no siempre es una buena idea. Requieren cuidados muy específicos y sin el conocimiento adecuado, estos magníficos animales podrían enfrentar una mala calidad de vida. Es crucial informarse bien antes de asumir una responsabilidad tan grande.

Los veterinarios nos advierten sobre la complejidad detrás de esta fantasía. Estos animales salvajes requieren un ambiente que imite su hábitat natural, condiciones difíciles de replicar en un hogar común. Además, las restricciones legales añaden otra capa de dificultad.

El impacto ecológico y agrícola de las lechuzas

En la actualidad, nuestra relación con estas aves toma varios rumbos. Los conservacionistas trabajan arduamente para proteger su hábitat natural y salvarlos de amenazas como la deforestación y los pesticidas, esfuerzos que son vitales para mantener algunas especies de lechuzas lejos de la amenaza de extinción. Por otro lado, los búhos son verdaderos aliados en la agricultura gracias a su dieta, que incluye varios tipos de roedores. Su presencia en los campos es bienvenida por muchos agricultores como una forma natural y eficaz de controlar plagas, ya que evitan el uso excesivo de venenos y trampas.

Los santuarios también juegan un papel importante en su conservación. Allí, las aves heridas o enfermas se recuperan con la esperanza de volver a su entorno natural. Las que no pueden regresar, debido a sus condiciones, permanecen en estos refugios de por vida, lo que contribuye a los esfuerzos educativos y de conservación. Owl Worlds, un proyecto que busca documentar la vida silvestre, destaca que estos centros, además de ofrecer un refugio seguro, proporcionan a los investigadores una oportunidad invaluable para estudiar a estas aves en un entorno controlado.

Dada la importancia de estos animales en el ecosistema, existen diversos programas de reinserción y protección en todo el mundo, dirigidos a preservar las más de 200 especies conocidas. En Argentina, donde se tomó un rol activo en los esfuerzos de conservación, se registran más de 22 especies de strigidae, nombre científico con el que se conoce a las lechuzas. Entre las especies más comunes y queridas por los locales se encuentran el lechuzón orejudo y las lechuzitas de las vizcacheras, ambas fundamentales para el control natural de plagas y la biodiversidad del área.

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En los últimos días, un conmovedor video que circula en redes sociales capturó el corazón de muchos. La escena muestra a una adorable lechuza que irradia felicidad al recibir besos de su dueña. Con cada gesto de afecto, parece esbozarse en su rostro algo similar a una sonrisa, sorprendentemente humana para ser un ave.

Las imágenes no solo nos derriten de ternura, sino que también nos hace pensar en la curiosa relación que tenemos las personas con los búhos, esos seres misteriosos que capturan nuestra atención tanto en la mitología como en la vida real.

Estas criaturas de la noche con ojos penetrantes siempre fascinaron a nuestra sociedad. Históricamente, su imagen osciló entre la representación de malos augurios y la encarnación de la sabiduría, un contraste que refleja la rica y compleja simbología que estos animales tuvieron a lo largo de los años. Según Buhopedia, estas rapaces son seres que evocan diversas emociones y significados en las culturas, y que se encuentran amenazadas debido a la expansión humana en sus hábitats naturales.

A pesar de la fascinación que provoca ver la interacción del pequeño búho con su dueña, tener una de estas aves como mascota no siempre es una buena idea. Requieren cuidados muy específicos y sin el conocimiento adecuado, estos magníficos animales podrían enfrentar una mala calidad de vida. Es crucial informarse bien antes de asumir una responsabilidad tan grande.

Los veterinarios nos advierten sobre la complejidad detrás de esta fantasía. Estos animales salvajes requieren un ambiente que imite su hábitat natural, condiciones difíciles de replicar en un hogar común. Además, las restricciones legales añaden otra capa de dificultad.

El impacto ecológico y agrícola de las lechuzas

En la actualidad, nuestra relación con estas aves toma varios rumbos. Los conservacionistas trabajan arduamente para proteger su hábitat natural y salvarlos de amenazas como la deforestación y los pesticidas, esfuerzos que son vitales para mantener algunas especies de lechuzas lejos de la amenaza de extinción. Por otro lado, los búhos son verdaderos aliados en la agricultura gracias a su dieta, que incluye varios tipos de roedores. Su presencia en los campos es bienvenida por muchos agricultores como una forma natural y eficaz de controlar plagas, ya que evitan el uso excesivo de venenos y trampas.

Los santuarios también juegan un papel importante en su conservación. Allí, las aves heridas o enfermas se recuperan con la esperanza de volver a su entorno natural. Las que no pueden regresar, debido a sus condiciones, permanecen en estos refugios de por vida, lo que contribuye a los esfuerzos educativos y de conservación. Owl Worlds, un proyecto que busca documentar la vida silvestre, destaca que estos centros, además de ofrecer un refugio seguro, proporcionan a los investigadores una oportunidad invaluable para estudiar a estas aves en un entorno controlado.

Dada la importancia de estos animales en el ecosistema, existen diversos programas de reinserción y protección en todo el mundo, dirigidos a preservar las más de 200 especies conocidas. En Argentina, donde se tomó un rol activo en los esfuerzos de conservación, se registran más de 22 especies de strigidae, nombre científico con el que se conoce a las lechuzas. Entre las especies más comunes y queridas por los locales se encuentran el lechuzón orejudo y las lechuzitas de las vizcacheras, ambas fundamentales para el control natural de plagas y la biodiversidad del área.

 Un clip que se popularizó en la red social X muestra la rara relación entre un búho y su dueña; qué dicen los veterinarios sobre la posibilidad de adoptar como mascotas a estos animales  LA NACION