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Melody Rakauskas dio detalles de su denuncia contra Fernando Espinoza: “Me tiró sobre la cama”

Luego de que la Cámara del Crimen confirme el procesamiento al intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, en la causa por abuso, la denunciante, Melody Rakauskas habló este miércoles en LN+ y contó detalles sobre los daños psicológicos que sufrió por parte del funcionario.

Rakauskas relató lo sucedido crónicamente: “En 2021, a días de viajar al exterior, mi pareja me dijo que no me vaya porque tenía una sorpresa para mí. Me dijo que se iban a poner en contacto conmigo. Me llaman desde el municipio de La Matanza, una chica que se llama Natalia, y me preguntó cuándo quería ir. Fui al municipio y me terminó entrevistando Espinoza. Me pareció algo raro porque el intendente no lo suele hacer. Me dijo que quería ser él el que me entreviste. Mi pareja era Gustavo Cilia, amigo de Espinoza”.

“Empecé a trabajar al día siguiente. Nunca aclararon que tenía que ir a registrarme en algún lado. Espinoza me preguntó cuánto quería cobrar. Me cambiaron la identidad ni bien empecé a trabajar. De ser Melody, era María. Él tenía 13 o 14 secretarias privadas. Me hicieron sentarme en la sala con las secretarias de más confianza. Yo quería trabajar, no quería ser un ñoqui. Uno de los trabajos que me dieron para hacer era armar las líneas discursivas, definirle en tres palabras una carilla para que él lo memorice”, continuó.

La denunciante afirmó que, al segundo día de trabajo, Espinoza se “autoinvitó” a su casa y que ahí comenzó la manipulación: “Estamos hablando de una persona con un poder enorme. Le pregunté si lo hacía con todas las secretarias. Y fue la peor pregunta que le podía haber hecho, porque se mostró enojado y ofendido. Fijate la presión psicológica que me estaba ejerciendo. Cuando salí se lo comenté a mi pareja, me dijo que me quede tranquila”.

Melody Rakauskas, denunciante de Fernando Espinoza, en LN+

“Fue tres veces a mi casa. Sentí que me estaba investigando. Me dijo que alguien a dos cuadras me podía estar escuchando, me pedía que suba la música. Nunca lo filmé dentro de mi domicilio. En las primeras cenas fue todo normal, fluido. En la segunda cena Espinoza me habló mal de mi pareja, parecía una competencia entre él y su amigo”, reveló Rakauskas.

Tal como contó la denunciante, a la tercera noche ocurrió la situación de abuso sexual. “Después de cenar se sentó en mi sofá y yo en una silla, siempre traté de mostrar distancia. Me dijo que tenía una contractura y que estaba adolorido. Le ofrecí un ibuprofeno y me dijo que no. Me preguntó si sabía hacer masajes y le dije que no, fue incómoda la pregunta”, dijo y añadió: “Cuando volví de buscar agua, se había desabotonado la camisa. Apoyé la jarra en la mesa ratona y fue todo muy rápido, no lo quiero recordar, fueron segundos donde me avasalló mucho. ‘Tranquila’, me dijo, sabía que algo iba a pasar. Empezamos a forcejear y me llevó a la fuerza a la habitación. Me cuesta mucho recordar. Me tiró sobre la cama, se abalanzó encima mío y yo me lo quería sacar encima, tenía un demonio encima. Me empezó a besar, yo lo esquivaba”.

Con la voz quebrantada, Rakauskas confesó: “Entré en estado de shock, no la vi venir que me iban a abusar esa noche. De haberlo sabido no lo dejaba entrar. No suponía que un funcionario público me iba a abusar. Me defendí como pude para que no me baje el pantalón. Me lastimó, me arrancó la camisa. Lo único que se movían en mí eran las lágrimas. Esa noche me podía haber muerto porque era un shock muy grande”.

Por último, la exsecretaria del intendente municipal afirmó sobre la causa: “No quiero que exista un funcionario que abuse de una mujer y que siga como funcionario. Eso lo voy a pelear a muerte”.

Luego de que la Cámara del Crimen confirme el procesamiento al intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, en la causa por abuso, la denunciante, Melody Rakauskas habló este miércoles en LN+ y contó detalles sobre los daños psicológicos que sufrió por parte del funcionario.

Rakauskas relató lo sucedido crónicamente: “En 2021, a días de viajar al exterior, mi pareja me dijo que no me vaya porque tenía una sorpresa para mí. Me dijo que se iban a poner en contacto conmigo. Me llaman desde el municipio de La Matanza, una chica que se llama Natalia, y me preguntó cuándo quería ir. Fui al municipio y me terminó entrevistando Espinoza. Me pareció algo raro porque el intendente no lo suele hacer. Me dijo que quería ser él el que me entreviste. Mi pareja era Gustavo Cilia, amigo de Espinoza”.

“Empecé a trabajar al día siguiente. Nunca aclararon que tenía que ir a registrarme en algún lado. Espinoza me preguntó cuánto quería cobrar. Me cambiaron la identidad ni bien empecé a trabajar. De ser Melody, era María. Él tenía 13 o 14 secretarias privadas. Me hicieron sentarme en la sala con las secretarias de más confianza. Yo quería trabajar, no quería ser un ñoqui. Uno de los trabajos que me dieron para hacer era armar las líneas discursivas, definirle en tres palabras una carilla para que él lo memorice”, continuó.

La denunciante afirmó que, al segundo día de trabajo, Espinoza se “autoinvitó” a su casa y que ahí comenzó la manipulación: “Estamos hablando de una persona con un poder enorme. Le pregunté si lo hacía con todas las secretarias. Y fue la peor pregunta que le podía haber hecho, porque se mostró enojado y ofendido. Fijate la presión psicológica que me estaba ejerciendo. Cuando salí se lo comenté a mi pareja, me dijo que me quede tranquila”.

Melody Rakauskas, denunciante de Fernando Espinoza, en LN+

“Fue tres veces a mi casa. Sentí que me estaba investigando. Me dijo que alguien a dos cuadras me podía estar escuchando, me pedía que suba la música. Nunca lo filmé dentro de mi domicilio. En las primeras cenas fue todo normal, fluido. En la segunda cena Espinoza me habló mal de mi pareja, parecía una competencia entre él y su amigo”, reveló Rakauskas.

Tal como contó la denunciante, a la tercera noche ocurrió la situación de abuso sexual. “Después de cenar se sentó en mi sofá y yo en una silla, siempre traté de mostrar distancia. Me dijo que tenía una contractura y que estaba adolorido. Le ofrecí un ibuprofeno y me dijo que no. Me preguntó si sabía hacer masajes y le dije que no, fue incómoda la pregunta”, dijo y añadió: “Cuando volví de buscar agua, se había desabotonado la camisa. Apoyé la jarra en la mesa ratona y fue todo muy rápido, no lo quiero recordar, fueron segundos donde me avasalló mucho. ‘Tranquila’, me dijo, sabía que algo iba a pasar. Empezamos a forcejear y me llevó a la fuerza a la habitación. Me cuesta mucho recordar. Me tiró sobre la cama, se abalanzó encima mío y yo me lo quería sacar encima, tenía un demonio encima. Me empezó a besar, yo lo esquivaba”.

Con la voz quebrantada, Rakauskas confesó: “Entré en estado de shock, no la vi venir que me iban a abusar esa noche. De haberlo sabido no lo dejaba entrar. No suponía que un funcionario público me iba a abusar. Me defendí como pude para que no me baje el pantalón. Me lastimó, me arrancó la camisa. Lo único que se movían en mí eran las lágrimas. Esa noche me podía haber muerto porque era un shock muy grande”.

Por último, la exsecretaria del intendente municipal afirmó sobre la causa: “No quiero que exista un funcionario que abuse de una mujer y que siga como funcionario. Eso lo voy a pelear a muerte”.

 La exsecretaria del intendente de La Matanza lo acusó de cambiarle la identidad en el trabajo y de “autoinvitarse” a su casa; “no vi venir que me iba a abusar”, contó  LA NACION

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