NacionalesUltimas Noticias

El método eficaz para recuperar la esperanza y planificar un futuro

Muchas personas, frente a los acontecimientos negativos de la vida, expresan que han perdido la esperanza y que sienten miedo con respecto a un futuro que parece incierto. Si este es tu caso, te invito a continuar leyendo…

¿Cómo es una persona que conserva la esperanza? Básicamente, es alguien enfocado en el futuro. No mira hacia atrás, no se lamenta por lo que no fue o lo que perdió, no persigue el reconocimiento de su entorno. Es alguien al que podríamos llamar “el hacedor de un mañana mejor”, porque su atención está puesta en lo por venir.

Muchos viven pendientes de causar una buena impresión en los demás. En cambio, alguien con mentalidad de esperanza, en medio de, por ejemplo, una discusión con alguien conocido, no pretenderá ganar; más bien le dirá al otro: “Tenés razón, ¿cómo seguimos de ahora en más?”.

La esperanza hace que siempre busquemos mejorar, que no nos quedemos anclados en una determinada circunstancia, por muy buena que sea. Esto significa que, en el presente, armamos planes para construir un futuro mejor. Muchos siguen hablando de lo que les pasó, incluso años atrás, sin darse cuenta de que esa actitud no les permite avanzar. En ese sentido, los argentinos tenemos la peculiaridad de ser nostálgicos, por lo que tendemos a creer que “todo tiempo pasado fue mejor”. Pero la vida no se detiene y, como suelo decir, las oportunidades están hacia adelante.

Estimado lector, te pregunto lo siguiente: ¿te animás a pensar en tu mañana?; ¿Has decidido vivir sin esperanza?; ¿Te sentís anclado en tu pasado al que te gustaría volver, o a tu presente al que no lográs abrazar? La gente me cuenta con frecuencia que ha perdido la esperanza en un futuro extraordinario. No tienen confianza de que lo que vendrá será bueno, al observar su situación actual. Pero, si anhelamos disfrutar de una vida feliz, es necesario desarrollar una esperanza que nos sostenga y nos empuje, aunque estemos atravesando problemas de diversa índole.

Los seres humanos nos movemos hoy en función de lo que vendrá mañana. Por esa razón, aunque todavía no lo podamos ver con los ojos físicos, podemos tomar la decisión de “imaginar” un mañana mejor. ¿Querés recuperar la esperanza perdida? Cada día, dedicá algunos minutos a armar algún plan a futuro. Más allá de los imprevistos que puedan surgir, esforzate por desarrollar una mentalidad que te permita construir hacia adelante. Y, sobre todo, nunca dejes de creer que lo mejor aún está por venir.

Muchas personas, frente a los acontecimientos negativos de la vida, expresan que han perdido la esperanza y que sienten miedo con respecto a un futuro que parece incierto. Si este es tu caso, te invito a continuar leyendo…

¿Cómo es una persona que conserva la esperanza? Básicamente, es alguien enfocado en el futuro. No mira hacia atrás, no se lamenta por lo que no fue o lo que perdió, no persigue el reconocimiento de su entorno. Es alguien al que podríamos llamar “el hacedor de un mañana mejor”, porque su atención está puesta en lo por venir.

Muchos viven pendientes de causar una buena impresión en los demás. En cambio, alguien con mentalidad de esperanza, en medio de, por ejemplo, una discusión con alguien conocido, no pretenderá ganar; más bien le dirá al otro: “Tenés razón, ¿cómo seguimos de ahora en más?”.

La esperanza hace que siempre busquemos mejorar, que no nos quedemos anclados en una determinada circunstancia, por muy buena que sea. Esto significa que, en el presente, armamos planes para construir un futuro mejor. Muchos siguen hablando de lo que les pasó, incluso años atrás, sin darse cuenta de que esa actitud no les permite avanzar. En ese sentido, los argentinos tenemos la peculiaridad de ser nostálgicos, por lo que tendemos a creer que “todo tiempo pasado fue mejor”. Pero la vida no se detiene y, como suelo decir, las oportunidades están hacia adelante.

Estimado lector, te pregunto lo siguiente: ¿te animás a pensar en tu mañana?; ¿Has decidido vivir sin esperanza?; ¿Te sentís anclado en tu pasado al que te gustaría volver, o a tu presente al que no lográs abrazar? La gente me cuenta con frecuencia que ha perdido la esperanza en un futuro extraordinario. No tienen confianza de que lo que vendrá será bueno, al observar su situación actual. Pero, si anhelamos disfrutar de una vida feliz, es necesario desarrollar una esperanza que nos sostenga y nos empuje, aunque estemos atravesando problemas de diversa índole.

Los seres humanos nos movemos hoy en función de lo que vendrá mañana. Por esa razón, aunque todavía no lo podamos ver con los ojos físicos, podemos tomar la decisión de “imaginar” un mañana mejor. ¿Querés recuperar la esperanza perdida? Cada día, dedicá algunos minutos a armar algún plan a futuro. Más allá de los imprevistos que puedan surgir, esforzate por desarrollar una mentalidad que te permita construir hacia adelante. Y, sobre todo, nunca dejes de creer que lo mejor aún está por venir.

 Por más que muchas veces los argentinos seamos nostálgicos, uno debe mirar hacia adelante y no quedarse detenido en lo que ya pasó  LA NACION

Mostrar más

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba
Cerrar