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Los aspirantes a ingresar en grupos de elite de las fuerzas de seguridad deberán pasar la prueba del polígrafo

Integrar un grupo de elite de las fuerzas federales de seguridad para luchar contra el crimen organizado o para vigilar presos de alto riesgo “demanda un superlativo nivel de confianza hacia sus integrantes, debido a la sensibilidad de sus misiones”. Por eso, y para contar en esos equipos especiales con los uniformados más confiables y mejor preparados, el Ministerio de Seguridad de la Nación decidió que deberán superar un test de “detección psicofisiológica del engaño”, la famosa “prueba del polígrafo”.

Así se surge de la resolución 402/2024, publicada en el Boletín Oficial. “El Ministerio de Seguridad y las fuerzas policiales que dependen de él han manifestado su compromiso con los valores de integridad, ética y transparencia que orienten el desarrollo de la función pública de los funcionarios federales encargados de hacer cumplir la ley en la Argentina”, por lo que “resulta oportuno incorporar herramientas para la adecuada implementación de un modelo de control de integridad para las fuerzas policiales y de seguridad, especialmente las que cumplen funciones que conllevan una exigencia de alto riesgo y confiabilidad”, se sostuvo en los considerandos de la iniciativa.

“La intención de esta medida tiene que ver con poder poner en valor la palabra de quien se está comprometiendo a ocupar cargos de alta responsabilidad, como puede ser por ejemplo la custodia de presos de alto riesgo, y así darles la oportunidad de reafirmar su integridad y sus valores personales”, sostuvo la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

Según se explicó en la citada resolución, “la participación en cuerpos especiales para combate contra el narcotráfico, investigaciones o inteligencia en cualquiera de las fuerzas policiales o el cuidado de los internos de alto riesgo en el Servicio Penitenciario Federal (SPF) demandan un superlativo nivel de confianza hacia sus integrantes, debido a la sensibilidad de sus respectivas misiones. La detección psicofisiológica del engaño reúne las características pertinentes para ello, ya que es una de las técnicas de evaluación forense de credibilidad que cuenta con trayectoria empírica e investigativa verificable”.

El Ministerio de Seguridad bajo su órbita tiene cuatro fuerzas federales: la Policía Federal Argentina (PFA), la Prefectura Nacional, la Gendarmería Nacional y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y, desde diciembre pasado, el SPF, que antes dependía del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.

En 2018, bajo la presidencia de Mauricio Macri y su primera gestión en Seguridad, Bullrich ya había implementado la “prueba del polígrafo” para el control de las fuerzas de seguridad, pero su sucesora, Sabina Frederic, dio marcha atrás con la decisión y prohibió el uso de la denominada “detección psicofisiológica del engaño”.

Según lo que se afirmó en la resolución 402/2024, la decisión de Frederic “resultó una limitación de ejecución de pruebas que aporten valiosa información para la evaluación de la integridad, ética y transparencia de los funcionarios”.

Ahora, casi seis meses después de volver al Ministerio de Seguridad, la ministra Bullrich decidió volver a implementar el sistema.

“La intención es poder poner en valor la palabra de la persona que se compromete a estar en un lugar delicado, como el cuidado de presos peligrosos”, explicó a LA NACION la directora nacional de Transparencia e Integridad del Ministerio de Seguridad, Analía Zappulla.

El polígrafo mide el pulso, la respiración, la humedad de la piel, la presión sanguínea y otros cambios en el organismo.

En 2016, cuando desde la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) anunció que los “espías” debería pasar por la “prueba del polígrafo”, el médico Daniel López Rosetti había dicho a LA NACION: “El fundamento del detector es que ante el interrogatorio de una autoridad se produce una descarga emocional mediada por el sistema nervioso autónomo. El estrés es la relación entre la amenaza, en este caso las preguntas, y la modalidad de las respuestas. Esos cambios biológicos pueden ser detectados”.

Cuando una persona miente, según el especialista, se produce una serie de manifestaciones: aumento de la frecuencia cardíaca y la respiración, aumento de la presión arterial, aumento de la conductividad eléctrica de la piel -por la mayor transpiración- y la dilatación de la pupila, entre otras cuestiones. “Lo que registra el equipo es en definitiva la reacción de estrés agudo frente a la necesidad de mentir en un interrogatorio”, describió López Rosetti.

Implentacion

“Se prevé la implementación de las pruebas poligráficas, de carácter optativo, que serán realizadas a los integrantes de las fuerzas de seguridad y que acepten integrar determinados grupos, equipos y funciones”, se dijo en la resolución publicada hoy. En la actualidad el polígrafo es utilizado por agencias de inteligencia, de seguridad y policiales, y sectores privados en más de noventa países como, por ejemplo, la Dirección de Investigación y Evaluación de la Carrera Policial de la Honduras, la Policía Nacional de Ecuador y la admisión a carrera en policía en México. Validados por los Departamentos de Justicia y Defensa de los Estados Unidos, los polígrafos computarizados son usados actualmente por agencias gubernamentales como el FBI, CIA y, DEA, policías locales, fiscalías, entre otros, así como por gabinetes privados de investigación En vista de estos ejemplos, la conformación de un equipo capaz de llevar adelante pruebas de polígrafo resulta pertinente para este Ministerio de Seguridad”, se afirmó en la resolución que se conoció en las últimas horas.

En la parte resolutiva de la publicación se crea la Unidad de Pruebas de Polígrafo, que dependerá de la Unidad Gabinete de Asesores del Ministerio de Seguridad, que “analizará las comprobaciones poligráficas requeridas a los integrantes de las fuerzas policiales y de seguridad federales que deseen integrar determinados grupos y equipos o cumplir determinadas funciones, como condición para su ingreso y permanencia en esos sectores, y elevará los respectivos informes con sus resultados a la Direccional Nacional de Transparencia e Integridad”.

“La prueba es un perfil más a sumar en términos de integridad y valores”, afirmó Zappulla.

Integrar un grupo de elite de las fuerzas federales de seguridad para luchar contra el crimen organizado o para vigilar presos de alto riesgo “demanda un superlativo nivel de confianza hacia sus integrantes, debido a la sensibilidad de sus misiones”. Por eso, y para contar en esos equipos especiales con los uniformados más confiables y mejor preparados, el Ministerio de Seguridad de la Nación decidió que deberán superar un test de “detección psicofisiológica del engaño”, la famosa “prueba del polígrafo”.

Así se surge de la resolución 402/2024, publicada en el Boletín Oficial. “El Ministerio de Seguridad y las fuerzas policiales que dependen de él han manifestado su compromiso con los valores de integridad, ética y transparencia que orienten el desarrollo de la función pública de los funcionarios federales encargados de hacer cumplir la ley en la Argentina”, por lo que “resulta oportuno incorporar herramientas para la adecuada implementación de un modelo de control de integridad para las fuerzas policiales y de seguridad, especialmente las que cumplen funciones que conllevan una exigencia de alto riesgo y confiabilidad”, se sostuvo en los considerandos de la iniciativa.

“La intención de esta medida tiene que ver con poder poner en valor la palabra de quien se está comprometiendo a ocupar cargos de alta responsabilidad, como puede ser por ejemplo la custodia de presos de alto riesgo, y así darles la oportunidad de reafirmar su integridad y sus valores personales”, sostuvo la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

Según se explicó en la citada resolución, “la participación en cuerpos especiales para combate contra el narcotráfico, investigaciones o inteligencia en cualquiera de las fuerzas policiales o el cuidado de los internos de alto riesgo en el Servicio Penitenciario Federal (SPF) demandan un superlativo nivel de confianza hacia sus integrantes, debido a la sensibilidad de sus respectivas misiones. La detección psicofisiológica del engaño reúne las características pertinentes para ello, ya que es una de las técnicas de evaluación forense de credibilidad que cuenta con trayectoria empírica e investigativa verificable”.

El Ministerio de Seguridad bajo su órbita tiene cuatro fuerzas federales: la Policía Federal Argentina (PFA), la Prefectura Nacional, la Gendarmería Nacional y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y, desde diciembre pasado, el SPF, que antes dependía del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.

En 2018, bajo la presidencia de Mauricio Macri y su primera gestión en Seguridad, Bullrich ya había implementado la “prueba del polígrafo” para el control de las fuerzas de seguridad, pero su sucesora, Sabina Frederic, dio marcha atrás con la decisión y prohibió el uso de la denominada “detección psicofisiológica del engaño”.

Según lo que se afirmó en la resolución 402/2024, la decisión de Frederic “resultó una limitación de ejecución de pruebas que aporten valiosa información para la evaluación de la integridad, ética y transparencia de los funcionarios”.

Ahora, casi seis meses después de volver al Ministerio de Seguridad, la ministra Bullrich decidió volver a implementar el sistema.

“La intención es poder poner en valor la palabra de la persona que se compromete a estar en un lugar delicado, como el cuidado de presos peligrosos”, explicó a LA NACION la directora nacional de Transparencia e Integridad del Ministerio de Seguridad, Analía Zappulla.

El polígrafo mide el pulso, la respiración, la humedad de la piel, la presión sanguínea y otros cambios en el organismo.

En 2016, cuando desde la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) anunció que los “espías” debería pasar por la “prueba del polígrafo”, el médico Daniel López Rosetti había dicho a LA NACION: “El fundamento del detector es que ante el interrogatorio de una autoridad se produce una descarga emocional mediada por el sistema nervioso autónomo. El estrés es la relación entre la amenaza, en este caso las preguntas, y la modalidad de las respuestas. Esos cambios biológicos pueden ser detectados”.

Cuando una persona miente, según el especialista, se produce una serie de manifestaciones: aumento de la frecuencia cardíaca y la respiración, aumento de la presión arterial, aumento de la conductividad eléctrica de la piel -por la mayor transpiración- y la dilatación de la pupila, entre otras cuestiones. “Lo que registra el equipo es en definitiva la reacción de estrés agudo frente a la necesidad de mentir en un interrogatorio”, describió López Rosetti.

Implentacion

“Se prevé la implementación de las pruebas poligráficas, de carácter optativo, que serán realizadas a los integrantes de las fuerzas de seguridad y que acepten integrar determinados grupos, equipos y funciones”, se dijo en la resolución publicada hoy. En la actualidad el polígrafo es utilizado por agencias de inteligencia, de seguridad y policiales, y sectores privados en más de noventa países como, por ejemplo, la Dirección de Investigación y Evaluación de la Carrera Policial de la Honduras, la Policía Nacional de Ecuador y la admisión a carrera en policía en México. Validados por los Departamentos de Justicia y Defensa de los Estados Unidos, los polígrafos computarizados son usados actualmente por agencias gubernamentales como el FBI, CIA y, DEA, policías locales, fiscalías, entre otros, así como por gabinetes privados de investigación En vista de estos ejemplos, la conformación de un equipo capaz de llevar adelante pruebas de polígrafo resulta pertinente para este Ministerio de Seguridad”, se afirmó en la resolución que se conoció en las últimas horas.

En la parte resolutiva de la publicación se crea la Unidad de Pruebas de Polígrafo, que dependerá de la Unidad Gabinete de Asesores del Ministerio de Seguridad, que “analizará las comprobaciones poligráficas requeridas a los integrantes de las fuerzas policiales y de seguridad federales que deseen integrar determinados grupos y equipos o cumplir determinadas funciones, como condición para su ingreso y permanencia en esos sectores, y elevará los respectivos informes con sus resultados a la Direccional Nacional de Transparencia e Integridad”.

“La prueba es un perfil más a sumar en términos de integridad y valores”, afirmó Zappulla.

 Según una resolución publicada en el Boletín Oficial, la “detección psicofisiológica del engaño” es una técnica de evaluación forense de credibilidad  LA NACION

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